Los lentes y el billar
EL JUGADOR DE BILLAR CON PROBLEMAS DE VISTA
Ahora les traigo un tema que seguramente muy pocos han escuchado pero importante en el billar, bueno, importante para los que utilizamos lentes (con graduación obviamente). Es un tema importante, pero ignorado por nosotros mismos, simple y sencillamente porque para quienes utilizamos lentes, los lentes llegan a formar parte de nosotros como una parte más del cuerpo, de tal manera que todas las posibles incomodidades las pasamos por alto por la diaria costumbre, estamos tan acostumbrados a lidiar con ellas que lo hacemos inconscientemente y simplemente es como si tuvieras un tic inconsciente.
Y esto es tan inconsciente que aún cuando se lo he cuestionado a jugadores que utilizan lentes, creen que no existe un problema, porque para nosotros por años es completamente normal tener esas limitaciones y por lo tanto no nos hacemos consientes de ellas hasta que señalamos puntos clave.
Es más probable que alguien que no utiliza lentes nos haga alguna observación al vernos jugar con frecuencia a que nosotros nos demos cuenta solos. Personalmente yo empecé a hacer consciencia de este problema al observar constantemente juegos de Snooker, porque ahí es mucho más notable ese problema, ya les explicaré más adelante.
Les voy a ilustrar con algunas fotografías cuales son algunos de los problemas que tenemos quienes utilizamos lentes, por supuesto no es exactamente una recreación, pero si nos ilustran claramente lo que nos pasa.
Lo primero, es la expectativa, así es como se supone deberíamos ver siempre que vamos a hacer un tiro. Aunque no parezca, la foto esta tomada a través de mis lentes.
Pero la realidad en una gran cantidad de tiros es otra..
Dependiendo del ángulo y la distancia de nuestro objetivo, el armazón de los lentes puede entorpecer la vista de muchas maneras, inclusive puede taparnos el objetivo, de tal manera que hacemos ajustes inconscientes para obtener la mejor visión, sin embargo, no siempre es posible y muchas veces terminamos tirando a “ojo de buen cubero”. En el mejor de los casos tenemos el objetivo dentro del cristal, pero en otros casos lo tenemos fuera del cristal y en otros encima del objetivo, eso nos obliga a movernos, levantarnos, girarnos y en algunos casos de plano mejor elegir otro tiro porque no logramos tomar la postura idónea y tener la visión correcta.
Otro problema que tenemos aunque menos frecuente, es el reflejo de las lámparas cuando estamos debajo de ellas, nuevamente terminamos haciendo ajustes inconscientes para reducir o eliminar estos reflejos, inclusive el simple brillo de la luz en el armazón puede distraernos y obligarnos a tomar otras distancias, otros ángulos, otras posturas que nos hacen salirnos de la postura en la que deberíamos estar.
Otra cosa que no puedo recrear con fotografías es la distorsión, la mayoría de los lentes están fabricados para que veamos por el centro de ellos, pero no por los bordes, y dependiendo del problema visual que tengamos y la graduación que tengamos, los objetos que vemos a través de cristal cerca del borde se pueden distorsionar y eso por supuesto es una mala visión del objetivo y por consiguiente un mal cálculo.
A continuación les muestro unas fotos de un par de jugadores de “POOL” que utilizan o han utilizado lentes para lidiar con este problema.
No parece nada fuera de lo normal a simple vista, pero la diferencia la vamos a entender al ver la siguiente imagen con jugadores de Snooker.
¿Enormes sus lentes no?
De las primeras cosas que pueden llegar a pensar es que seguramente tienen mal gusto para elegir lentes o que son lentes de abuelito. Pero no, ese es el tipo de lentes que utilizan o tienen que utilizar en Snooker. ¿Por qué?, ¿Por qué tan grandes y no más “moderados” como los de Pool?.
La razón es la siguiente, Snooker se juega en mesas mucho más grandes, cuando el promedio de una mesa de Pool es de 8 pies (2.4 metros), las mesas de Snooker son de 12 pies (3.6 metros). Eso significa que tienen que ver más mesa y un objetivo más lejano con una postura similar, con una inclinación de cara similar.
Imagínense esto, en una mesa de Pool de 8 pies y medio muchas veces la bola objetivo no la podemos ver dentro de los cristales, y muchas veces no podemos enderezar más la cabeza para hacer entrar el objetivo dentro del cristal (como se muestra en la segunda fotografía, en el segundo ejemplo), en una mesa de Snooker mucho menos. Por esa razón sus cristales sobrepasan la altura de las cejas notablemente, cuando los cristales de los jugadores de Pool normalmente no superan la altura de las cejas.
Observen la siguiente imagen que casualmente me tomaron de perfil y sirve para ilustrar perfectamente la gran diferencia que puede hacer tener los cristales un poco más grandes.
La imagen izquierda muestra de hecho como mi visión esta por encima del armazón (eso ya significa que lo que esta fuera del cristal lo estoy viendo borroso (en mi caso), con ese gesto distintivo de “cara de fuchi” de quienes usamos lentes, estirar o jalar la frente para jalar la piel y que los lentes se levanten un milímetro más, y es que ese milímetro más en muchos casos es poder ver con claridad. En la imagen derecha y en verde, se muestra un cristal con unos 4 milímetros más grande, que aumenta el campo de visión en más o menos 30 grados, eso a la distancia significa mucho, esos 4 o 5 milímetros más, podrían solucionar perfectamente un 70% o más de mis problemas visuales y por supuesto el de ustedes.
Porque la realidad es que en mi caso, muchas veces tengo que tirar a ciegas, tengo que confiar ciegamente en mi calculo inicial panorámico cuando me paro a visualizar el tiro y el punto de contacto de la bola fantasma y al tomar posición de tiro no puedo voltear a ver la bola objetivo, porque no la voy a ver y simplemente confiar en mi cálculo inicial, pero eso no soluciona el problema, porque no es una solución, es un parche y es algo que no debería de ser.
Veamos la siguiente imagen, el campo de visión natural se limita solo por las cejas, inclusive los jugadores sin lentes tienden a levantar las cejas para evitar ese borde borroso provocado por la cercanía de las cejas y que se elimina levantándolas un poquito.
Caso 1: Jugador sin lentes, su campo de visión esta limitado solo por la zona de los ojos donde inician las cejas. Ese es el limite natural que tiene cualquier jugador sin lentes.
Caso 2: Yo, con anteojos nunca pensados y considerados para esto. Pueden ver como el marco queda debajo de mi vista real, y por lo tanto mi campo de visión es muchísimo menor, por encima de esa linea todo lo veo borroso y no siempre puedo enderezar la cara más.
Caso 3: Un jugador con lentes más amplios, que llegan y tocan inclusive sus cejas, aumentando su campo de visión notablemente y prácticamente tanto como el jugador sin lentes.
Como pueden ver, esto es un problema de milímetros, milímetros más arriba, milímetros más abajo, la diferencia entre ver bien o mal, estar en una posición cómoda o incómoda, calcular bien o calcular mal.
Y lo que podemos hacer es tener cristales unos cuantos milímetros más altos, puede ser con armazones más amplios como es el caso 3, o con esos armazones sin marco que nos podrían dar la libertad de hacerlos tan altos como los necesitemos. Aquí les pongo unos ejemplos de armazones.
Yo por mi parte, optare por un segundo par de lentes que me permita ganar unos milímetros más y poder ampliar mi campo de visión, tener una postura más cómoda y correcta, realizar mejores cálculos, reducir el tener que tirar a ojo de buen cubero, etc.
Si quieren saber cuanto más grandes necesitan ser sus cristales, hagan el siguiente ejercicio.
- Inclínate en posición de tiro cómoda, como se supone deberías tirar, no como te has acostumbrado a tirar para evitar la obstrucción, veras por supuesto el marco del armazón obstruyendo “el horizonte” visual.
- Levanta con los dedos los lentes hasta que el marco salga de la vista y tengas una vista libre y sin obstrucción del marco.
- Sin soltar los lentes, levántate y mírate al espejo, te darás cuenta cual es la altura ideal a la que deberían llegar tus cristales para no tener ninguna obstrucción.


Joaquín Díaz, “Yuko”,